¿Por qué las mujeres adoramos el drama? ¿Por qué queremos una vida de telenovela? ¿Será que nos gusta sufrir por amor? porque siempre, aunque no tengamos excusa buscamos ser víctimas... nos gusta sentirnos maltratadas para creer que alguien nos pone atención, nos gusta hacernos las mártires sabiendo nuestras culpas.
Y es que todas tenemos una Bridgitte Jones adentro, por supuesto que todas queremos emoción en nuestras vidas, TODAS y cada una de nosotras queremos a un Daniel Cleaver con nosotras, obvio, es el tipo de hombre sexy, popular que comparte su "amor" (propio) con la comunidad femenina, podríamos decir que el típico "bad boy", o sea, el perfecto hijo de puta aprovechado que solo está buscando llevarnos a la cama.
Y lo peor del caso es que lo sabemos, lo sabemos desde el momento en que lo vemos atravesarse el bar con cara de actor mexicano (o sea mal actor) haciéndose el interesante, lo sabemos cuando se acerca a "flipar" (como diría mi nueva amiga teresa) y saca conversación de una cosa tan estúpida como un anillo; que entre estupidez y estupidez resulta siendo tu "anillo de bodas". Claro, no somos tan imbéciles como para no saber a qué categoría pertenece el individuo en cuestión, pero sí somos super imbéciles de seguirle el juego y hacernos las interesadas, de aceptar besarlo a la media hora, de dejar que toque un poquito más de lo que debería y de terminar en la cama con él. Porque claro, uno así para el curriculum...Q SE MUERAN TODAS LAS ENVIDIOSAS CUANDO VEAN LAS FOTOS. Especialmente si en ellas salimos haciendo cosillas, digamos, un poco indebidas.
Por supuesto por el otro lado, si existe el Daniel Cleaver, también tenemos a nuestro Mark Darcy, el bonachón, formal, trabajador. El que a nuestras madres les encantaría conocer porque es perfecto, caballeroso y un resto de cualidades que, en teoría, deberían hacernos caer con mucha facilidad.
Pero la teoría y la práctica, no son siempre tan exactas, resulta que el que en teoría debería gustarnos no nos gusta porque es aburrido, porque no representa reto y porque, finalmente, las cosas son un tanto predecibles. ¿De qué nos vamos a victimizar con un hombre perfecto?, ¿de qué podríamos quejarnos de alguien que tiene más cualidades que defectos? Seguramente ahí está el detalle, no tendríamos que contarle a nuestras amigas, no tendríamos de que hacernos las mártires...además, ¿qué le daría emoción a nuestras vidas?, ¿no serían vidas comunes y corrientes sin nada de emoción?
Es la teoría del pastel de caca, tenés una bandeja de pasteles, todos los más ricos del mundo, de chocolate, manjar, tiramisú, de cafe, etc., pero hay uno diferente, feo, lleno de moscas, apestoso. ¿Cuál escogemos?....
Seguramente el de caca... yo siempre escojo el de caca...
2 comentarios:
Mirá pues...
Sería súper interesante saber también las historias de los Marks y de los Daniels. Y sería también más que interesante que UNO(A) MISMO(A) se diera cuenta de cuántas veces juega a ser Bridget, cuántas veces juega a ser Daniel, y cuántas juega a ser Mark. Simplemente, algunos, o algunas, se terminan acomodando en un papel, porque les sale más fácil.
Para mí, que ya estuvieras comiéndote ese tiramisú que me presentaste. El de caca... dejá que se lo coman las moscas.
entonces... cómo logro ser un orgullo para esa persona si voy hacer perfecto y me voy a entornar aburrido y sin reto alguno con quien desafiarse?
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